“Ya que todo el dinero acaba en manos de políticos y banqueros, utiliza los billetes para mandarles un mensaje privado. ¡Escribe el tuyo y compártelo!”. Así define sus intenciones la plataforma Billete Enfurecido.
La idea es simple y brillante. Cada día se mueven toneladas de billetes por todo el mundo, por lo que muchísimas personas leerán un mensaje estampado en el papel moneda. “Además, con esta iniciativa se brinda un espacio a la creatividad callejera”, añaden desde el sitio web. Y de esto no hay duda, mira algunos ejemplos:
En paralelo a manifestaciones, concentraciones, caceroladas, escraches y demás reivindicaciones sociales, ha nacido en España esta peculiar forma de protesta de la mano de unos estudiantes malagueños. Los promotores explican que ya había habido iniciativas espontáneas, pero que pretenden “crear una estructura que permita aunar a todas ellas” y “conseguir obtener repercusión”. La iniciativa ya ha calado en otros países.
Por si alguien teme que el billete escrito no sirva, aclaran que –en el caso de Europa- el Banco Central Europeo afirma: “(…)En principio, no se considerarán intencionadamente deteriorados los billetes que lo estén en menor medida, por ejemplo, por presentar anotaciones, números o frases cortas”.
Visita y conoce de primera mano a Billete Enfurecido.
La idea es simple y brillante. Cada día se mueven toneladas de billetes por todo el mundo, por lo que muchísimas personas leerán un mensaje estampado en el papel moneda. “Además, con esta iniciativa se brinda un espacio a la creatividad callejera”, añaden desde el sitio web. Y de esto no hay duda, mira algunos ejemplos:
En paralelo a manifestaciones, concentraciones, caceroladas, escraches y demás reivindicaciones sociales, ha nacido en España esta peculiar forma de protesta de la mano de unos estudiantes malagueños. Los promotores explican que ya había habido iniciativas espontáneas, pero que pretenden “crear una estructura que permita aunar a todas ellas” y “conseguir obtener repercusión”. La iniciativa ya ha calado en otros países.
Por si alguien teme que el billete escrito no sirva, aclaran que –en el caso de Europa- el Banco Central Europeo afirma: “(…)En principio, no se considerarán intencionadamente deteriorados los billetes que lo estén en menor medida, por ejemplo, por presentar anotaciones, números o frases cortas”.
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